Necesitamos caernos de la cama para aprender que los sueños a veces
resultan ser pesadillas, antes de poder sentirnos realmente felices debemos
sufrir, amar y hacernos daño. Es necesario el dolor para darnos cuenta de que
para ser realmente felices, tenemos que enfrentarnos contra nosotros mismos,
nuestros miedos, luchar contra todo lo que aparezca delante
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